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Niños y adolescentes   Fundación para la Diabetes

Un microchip dentro de la boca permitirá a los diabéticos medir la glucosa

Valencia, 1 dic (EFE).- Un diminuto microchip implantado en un diente o en una férula dental permitirá a las personas con diabetes medir su glucosa y les facilitará un mejor control de su enfermedad sin tener que pincharse varias veces al día para determinar cuál es su nivel de azúcar en la sangre.

Esta tecnología, que está siendo desarrollada por el médico y odontólogo valenciano Salvador Albalat, se conectará a través de unos sensores y mediante tecnología de radiofrecuencia al móvil, donde una aplicación guardará los datos tanto de la glucosa como de la temperatura.

Albalat, que confiesa ser un "ingeniero frustrado" al que le "encanta la tecnología", explica a EFE que la idea del microchip se le ocurrió cuando volvía de un lugar con nieve y pensó: "¿Por qué no colocar un teléfono dentro de la boca?".

Aunque en un principio comprobó que tecnológicamente era "un poco complicado" colocar un microcircuito, cuando un día acudió a su clínica un paciente diabético que precisó pincharse a mitad de tratamiento asoció ideas entre usar el microchip como un laboratorio "o como un sistema de medición de variables fisiológicas".

Empezó entonces a trabajar en el proyecto, hizo la patente y contactó en 2017 con un ingeniero del Instituto Tecnológico de Zúrich (Suiza) que le desarrolló unos primeros prototipos, que demostraron la posibilidad de comunicación con el móvil y que podía medir la temperatura a tiempo real.

"Pero el proyecto era mucho más ambicioso, era medir la glucosa por el problema que sufren los diabéticos", señala Albalat, que confiesa que se trata de un dispositivo médico: "Sé que es un proceso largo y costoso, porque estamos haciendo un diagnóstico en personas".

Gracias al apoyo del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), a través del programa Neotec, que apoya la creación y consolidación de empresas de base tecnológica, tienen dos años para desarrollar este proyecto, aunque en seis meses ya podrían probarse los primeros prototipos.