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General   Fundación para la Diabetes

El autocuidado del niño con diabetes es clave para prevenir complicaciones

La diabetes tipo 1 es la más frecuente en niños y jóvenes y la tipo 2 en el adulto. El 90 por ciento del total de diabéticos padecen la diabetes tipo 2.

Ambas patologías se caracterizan por afectar a diferentes órganos; la mayoría de ellos importantes en el desarrollo de los niños, como son los nervios, los ojos, vasos sanguíneos y los riñones. Las complicaciones van apareciendo y aumentando su complejidad con la evolución a largo plazo. Por eso, es importante llevar un estrecho control de la patología para evitar las complicaciones asociadas.

En niños, el objetivo es detectar precozmente las complicaciones crónicas y las enfermedades asociadas a la diabetes mellitus tipo 1, así como evitar su aparición o enlentecer su progresión mediante un control metabólico adecuado.

No obstante, con el tiempo, las complicaciones de la diabetes podrían provocar discapacidad o poner en riesgo la vida. Las complicaciones más destacadas de la diabetes tipo 2 son las enfermedades cardiacas y coronarias, la presión arterial alta, la pérdida de visión, el accidente cerebrovascular, la enfermedad renal, enfermedad por hígado graso no alcohólico, niveles de colesterol alto, amputación y ciertas enfermedades de la piel, entre otros.

Plan nutricional

La dieta de los pacientes diabéticos, en principio, no varía mucho de la de los niños sanos; sin embargo, la alimentación global durante el día sí. Los diabéticos desde el principio de su enfermedad deben tener claro los productos que les pueden producir incrementos de glucemia y/o hipoglucemia.

En niños que padecen diabetes, el aporte calórico, la cantidad de hidratos de carbono y del resto de nutrientes tiene que adaptarse a la actividad que realice para mantener un peso y crecimiento adecuado, intentando siempre que sea posible coordinar las pautas de insulina a la alimentación y a la actividad física, procurando adaptar el tratamiento insulínico a las necesidades nutricionales.

Información

Hay que intentar que el niño con diabetes consuma alimentos variados para no aburrirse. La educación diabetológica facilita al niño diabético y a su familia el aprendizaje de habilidades y conocimientos necesarios para afrontar su enfermedad, potenciar el autocuidado y el apoyo necesario para que puedan formar parte activa del tratamiento, de manera que se logre prevenir, retrasar o disminuir la probabilidad de desarrollar complicaciones.

El ejercicio físico es un pilar fundamental en el tratamiento de la diabetes, incluso en su prevención. Por eso, es clave que el niño diabético haga ejercicio. Para facilitar su práctica, se le puede apuntar a una actividad en el colegio o hacer deporte en familia.