Cuando pincharse es un calvario
Las nuevas agujas desechables que dispensan los centros de salud canarios acarrean numerosas molestias a los pacientes con diabetes que precisan tratamiento con insulina. Los usuarios se quejan de que las agujas que se suministran desde hace unos meses producen más dolor en la zona de inyección, causan hematomas, se doblan con facilidad, se parten dentro de la piel y pierden líquido, por lo que no saben con exactitud cuánta insulina se han inyectado. "Muchos pacientes empezaron a sufrir hiperglucemia (aumento anormal de la cantidad de glucosa que hay en la sangre) y no sabían por qué, hasta que descubrimos que era porque las nuevas agujas pierden insulina", advierte Julián González, presidente de la Federación de Asociaciones de Diabetes de Canarias (Fadican).