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Día mundial   Fundación para la Diabetes

2005: Diabetes y cuidado del pie

14 de noviembre, Día Mundial de la Diabetes 2005

`Empieza con buen pie y evita las amputaciones´

El Día Mundial de la Diabetes se creó en 1991 como medio para aumentar la concienciación global sobre la diabetes y dirigir la atención del público hacia las causas, síntomas, complicaciones y tratamiento de esta grave afección, que se encuentra en constante aumento en todo el mundo.

El Día Mundial de la Diabetes 2005 se centró en LA DIABETES Y LOS CUIDADOS DEL PIE. Una vez más, la campaña ha estado dirigida a las personas con diabetes y a quienes están en una posición que pueda influir y mejorar la atención sanitaria que reciben.

En el presente, el número de amputaciones como consecuencia de la diabetes es inaceptable. Por esta razón, la Federación Internacional de Diabetes, la Organización Mundial de la Salud y el Grupo de Trabajo Internacional sobre el Pie Diabético promovieron el mensaje de que, mediante una buena atención sanitaria y unos cuidados personales basados en una buena información, en la mayoría de los casos se pueden prevenir las amputaciones relacionadas con la diabetes.

  • De todas las amputaciones de extremidades inferiores, entre el 40% y el 70% se producen por causas relacionadas con la diabetes.
  • El 85% de las amputaciones de extremidades inferiores van precedidas de una úlcera en el pie.

La diabetes es una grave enfermedad crónica. Se calcula que en 2003 la prevalencia mundial de diabetes alcanzó los 194 millones. Se prevé que esta cifra alcance los 333 millones para el año 2025 como consecuencia de una mayor esperanza de vida, un estilo de vida sedentario y el cambio de patrones alimenticios. Este aumento con toda probabilidad generará un aumento proporcional de las complicaciones diabéticas, como son los problemas del pie. Si no reaccionamos, es probable que se produzcan más amputaciones.

Es imperativo que quienes tienen autoridad para influir sobre el suministro y la organización de la atención sanitaria emprendan iniciativas al respecto. Mediante la provisión de cuidados podológicos y una educación adecuada es posible obtener una importante reducción del número de amputaciones.

Para ello se necesitará:

  • Prevención
  • Tratamiento multidisciplinario de las úlceras de pie
  • Organización adecuada
  • Monitorización estrecha
  • Educación para las personas con diabetes y los profesionales sanitarios

Una estrategia coordinada para los cuidados del pie puede reducir los índices de amputación entre un 49% y un 85%.

Este objetivo debería estimular a quienes luchan por cambiar las cosas para quienes viven con diabetes en todo el mundo para que realicen un esfuerzo de promoción y defensa pública.

El Día Mundial de la Diabetes 2005 reunió a toda la comunidad global de la diabetes con el fin de promover con fuerza el mensaje de que, mediante una inversión relativamente pequeña, los gobiernos pueden potenciar la educación y la prevención para reducir los índices de amputaciones y acabar con las inaceptables cifras que vemos hoy día. La campaña también pretendió aumentar la concienciación entre los profesionales sanitarios a cualquier nivel de los servicios sanitarios en todo el mundo sobre la necesidad de mejorar los cuidados en el pie diabético. ¡Llegó el momento de actuar!

 

Fuente: FID, Federación Internacional de Diabetes (www.idf.org)

Comunicado de prensa difundido por la FID con motivo del Día Mundial de la Diabetes 2005

Documentación elaborada y difundida por la F.I.D. con motivo del Día Mundial
 

 

Folleto Día Mundial de la Diabetes 2005

A continuación os mostramos parte de los contenidos del folleto que la FID preparó para el año 2005.

Aunque muchas complicaciones graves, como la insuficiencia renal y la ceguera, pueden afectar a las personas con diabetes, son las complicaciones del pie las que se cobran un mayor número de víctimas desde el punto de vista humano y económico.

Se calcula que hasta un 70% de todas las amputaciones de extremidad inferior está relacionado con la diabetes. El objetivo de la campaña de 2005 es transmitir y promover el mensaje de que es posible reducir los índices de amputación hasta en un 85% mediante la prevención, el control agresivo de la diabetes existente y la impartición de una educación adecuada a personas con diabetes y profesionales sanitarios.

La diabetes y el pie

Las personas con diabetes corren el riesgo de sufrir lesiones nerviosas (neuropatía) y problemas de riego sanguíneo en los pies (isquemia). Tanto la neuropatía como la isquemia pueden resultar en úlceras del pie y heridas que se curan con lentitud. La infección de dichas heridas puede acabar en amputación.

La mayoría de las amputaciones comienza con una úlcera en el pie

Las úlceras del pie son frecuentes en la diabetes. En los países desarrollados, hasta un 5% de las personas con diabetes tiene úlceras en el pie y una de cada seis personas con diabetes tendrá una úlcera a lo largo de su vida. Los problemas del pie son la causa más común de ingreso hospitalario en personas con diabetes.

En los países en vías de desarrollo se cree que los problemas del pie relacionados con la diabetes son aún más frecuentes.

La mitad de todos los casos de amputación son protagonizados por personas con diabetes. En algunas áreas en las que factores como la etnicidad, el clima y las condiciones sociales hacen que aumente el riesgo, la cifra proporcional de amputaciones es aún mayor en personas con diabetes. El impacto de la enfermedad del pie diabético en la vida de una persona es devastador.

Para las personas que han perdido una pierna, la vida nunca volverá a ser como antes. La amputación podría implicar una dependencia de por vida de la ayuda ajena, incapacidad laboral y miseria.

El control agresivo en el pie diabético puede evitar, en la mayoría de los casos, una amputación. Incluso cuando la amputación es inevitable, se puede salvar la otra pierna y la vida de la persona mediante una buena atención y un estrecho seguimiento por parte de un equipo podológico multidisciplinario.

Se puede conseguir la prevención mediante:

  • Una educación que ayude a identificar los problemas a tiempo
  • Un servicio de emergencias
  • La detección precoz y el tratamiento de las infecciones
  • Un control excelente de la diabetes
  • Cuidados expertos de las úlceras

A menudo, todo esto no está disponible. Pero debería estarlo. El pie diabético también es un importante problema económico. Si como resultado de una amputación se genera una estancia prolongada en el hospital, un programa de rehabilitación y una mayor necesidad de cuidados en casa y de servicios sociales, los costes son enormes.

En los países desarrollados, aproximadamente el cuatro por ciento de todas las personas con diabetes tiene problemas del pie. Representan entre un 12% y un 15% de todos los recursos sanitarios. En los países en vías de desarrollo, se calcula que los problemas del pie pueden llegar a representar hasta un 40% del total de los recursos disponibles.

En los países occidentales, se cree que el coste económico de una úlcera en una persona con diabetes está entre los 7.000 y los 10.000 USD.

Se calcula que el coste directo de una amputación asociada al pie diabético está entre los 30.000 y los 60.000 USD. Se calcula que el coste de tres años de cuidados posteriores para los individuos que han curado su úlcera sin necesidad de amputación está entre los 16.000 y los 27.000 USD. Los costes respectivos para alguien que tarde o temprano necesite una amputación van desde los 43.000 hasta los 63.000 USD, debido principalmente a una mayor necesidad de atención en casa y servicios sociales.

Causas de las úlceras en el pie diabético:

Principalmente, las úlceras del pie son provocadas por:

  • Lesiones nerviosas (neuropatía periférica)
  • Deformidades comunes como los dedos en martillo y los juanetes, o pies con formas poco habituales para los cuales resulta difícil encontrar calzado que se adapte
  • Falta de riego sanguíneo hacia los pies (enfermedad vascular periférica)
  • Lesiones que en un principio podrían parecer triviales

Lesiones nerviosas

La neuropatía periférica genera una disminución de la capacidad de sentir dolor. El pie se vuelve insensible y las lesiones suelen pasar desapercibidas porque no duelen. La piel de los pies suele ser bastante seca y con tendencia a agrietarse, lo cual a su vez suele ser causa frecuente de ulceración e infección.

Cuando las personas tienen lesiones nerviosas en los pies y no utilizan el calzado adecuado, las úlceras se convierten en un problema muy frecuente.

Deformidades

Los pies tienen distintas formas. La forma del pie puede ser distinta de nacimiento, causada por el uso de calzado inadecuado o debido a una cirugía previa. La neuropatía puede cambiar aún más la forma del pie, generar maneras de caminar poco habituales y, como consecuencia, aumentar la presión y la carga sobre ciertas zonas de la planta del pie. Cargar repetidamente sobre una misma zona genera la formación de callosidades. Cuando se forman callos en el pie la presión aumenta aún más, hasta que se forma una úlcera bajo dichos callos.

Falta de riego sanguíneo

Cuando el riego sanguíneo hacia los pies es insuficiente, la situación empeora aún más. Pies sanos necesitan el oxígeno y los nutrientes esenciales que aporta la sangre. En personas con diabetes, el riego a veces es inadecuado, y esto hace que las heridas tarden más en curar. Cuando el riego sanguíneo se ve gravemente disminuido, el pie corre un alto riesgo de que se dañen sus tejidos y algunas partes del pie se podrían ver amenazadas. El tejido podría degenerar por putrefacción, haciendo que parte del pie muera y se necrose. A esto se le denomina gangrena.

Lesiones

Con frecuencia, las personas con lesiones nerviosas sufren heridas debido a que no sienten un dolor suficiente como para advertir que hay problemas. Muchas úlceras son causadas por una piedrecilla en un zapato, por las costuras internas del calzado, por objetos afilados que hayan podido atravesar la suela del zapato, por ampollas producidas por un calzado demasiado apretado o por quemaduras.

Caminar descalzo aumenta enormemente el riesgo de lesiones graves porque las personas pueden pisar un objeto afilado o tropezar, dañándose los dedos.

Infecciones

Cuando se produce una herida, las bacterias pueden infectar el pie. En personas con diabetes, que tienen menos sensibilidad o falta de riego sanguíneo, las heridas tardan en curar y la capacidad del organismo de luchar contra la infección podría verse debilitada. Los síntomas de infección podrían ser difíciles de detectar antes de que la infección se haya agravado mucho.

Qué hacer para evitar las úlceras

En la mayoría de los casos se puede evitar la aparición de úlceras en el pie diabético y las amputaciones. Los investigadores dicen que entre un 49% y un 85% de todas las amputaciones se pueden prevenir fácilmente.

Las personas con lesiones nerviosas o falta de riego sanguíneo deberían tomar las siguientes precauciones:

  • Revise sus pies a diario con el fin de detectar cualquier corte, ampolla, rozadura o cambio de color, hinchazón o herida. Informe a su equipo sanitario sin perder tiempo. (Utilice un espejo para revisarse la planta del pie o, si esto le resulta difícil, pida ayuda a otra persona).
  • Proteja siempre sus pies. Utilice calzado adecuado tanto dentro como fuera de casa para evitar lesiones en los pies.
  • Revise el interior de su calzado antes de ponérselo a fin de detectar cualquier piedrecilla, objeto afilado o zonas duras.
  • Cuando compre calzado nuevo, hágalo al final del día. Los pies están hinchados al final del día y así podrá asegurarse mejor de que el calzado que compre no es demasiado apretado y se ajusta bien.
  • El uso de calcetines le puede ayudar a evitar lesiones. Asegúrese de que no le aprietan demasiado y láveselos a diario. Compruebe que no tengan agujeros.
  • Lávese los pies con agua y jabón. Lave con cuidado los espacios interdigitales. Séquese los pies a conciencia, especialmente entre los dedos. Utilice aceites o cremas para mantener la piel hidratada.
  • Córtese las uñas de los pies rectas y límese las partes afiladas.
  • Vaya periódicamente a que le revise los pies un profesional sanitario.
  • Mantenga las heridas cubiertas con gasas limpias.

Recuerde que los problemas del pie, aunque no duelan, podrían ser graves

Qué no hacer

  • Evite utilizar zapatos de punta estrecha, tacones (especialmente de aguja), sandalias de tiras o chanclas.
  • No lleve calcetines apretados.
  • Evite caminar descalzo siempre que pueda. Si no puede evitarlo debido a razones culturales o religiosas, debe tener mucho cuidado y evitar el riesgo de quemadura en superficies calientes en climas cálidos.
  • Cuando se lave los pies, asegúrese de que el agua no esté tan caliente como para quemarse.
  • No utilice braseros ni bolsas de agua caliente para calentarse los pies.
  • Nunca intente tratarse los pies usted solo con callicidas o cuchillas de afeitar. Acuda siempre a un profesional si tiene algún problema.
  • Evite el exceso de peso.
  • No fume: el tabaco perjudica el riego sanguíneo hacia los pies.
  • No utilice joyas ni bisutería en los pies.

El entorno ideal

Los cuidados del pie se imparten mejor si lo hace un equipo multidisciplinario. Esto debería involucrar de cerca a la persona con diabetes y su familia a la vez que a profesionales sanitarios de distintas especialidades. El equipo ideal está formado por un médico, un educador especializado, un podólogo, un cirujano, un ortopeda (para diseñar el calzado) y un administrador.

El entorno ideal también debería tener:

  • Colaboraciones regionales y nacionales entre los principales actores de los cuidados del pie.
  • Un suministro adecuado de recursos que asegure que se alcanzan unos estándares mínimos.
  • Procesos de reconocimiento para detectar casos de pie diabético.
  • Programas de educación sobre cuidados del pie dirigidos a personas con diabetes y profesionales sanitarios, que incluyan un programa para la formación de podólogos.
  • Un servicio de emergencias para el pie diabético que asegure el tratamiento rápido de cualquier infección y otras emergencias del pie.
  • Un buen control de registros.
  • Un servicio de zapatería que asegure la utilización del calzado adecuado.
  • Cuidados preventivos del pie y las úlceras con la suficiente frecuencia.

Tratamiento

Con el fin de tratar a una persona con una úlcera diabética en el pie, deberían aplicarse los siguientes principios:Principios para el tratamiento de úlceras:

  • Alivio de la presión sobre el pie.
  • Corrección de la falta de riego sanguíneo.
  • Tratamiento de las infecciones.
  • Buen control de la diabetes, la tensión arterial, los lípidos en sangre y no fumar.
  • Limpiar y cubrir las heridas y eliminar las durezas y los tejidos muertos.
  • Educación para las personas con diabetes y sus familiares.
  • Determinar la causa de las úlceras y ayudar al paciente a que evite que se vuelvan a repetir.

Una vez que los nervios están lesionados debido a la diabetes, la sensibilidad no puede recuperarse. Unos pies insensibles necesitan protegerse de una presión anormal que, de no evitarse, volverá a causar úlceras. El tratamiento consiste en reducir la presión. Hay muchas terapias disponibles, que van desde el simple descanso en cama hasta el uso de mecanismos como escayolas especiales.

Cuando falla el riego sanguíneo, se pueden aplicar tratamientos que desobstruyan los vasos sanguíneos o que mejoren el flujo sanguíneo. Las infecciones del pie deberían tratarse con los antibióticos adecuados, si estos están disponibles. A veces también es necesario extirpar los tejidos infectados.

Para mejorar las oportunidades de curación, es necesario controlar estrechamente el nivel de glucosa en sangre además de tratar otros factores que puedan causar complicaciones.

Las úlceras y heridas deberían mantenerse cubiertas con gasas o vendas y limpiarse a diario o cada dos días con agua salada. La educación para las personas con diabetes y sus familiares es fundamental, de modo que sepan controlar y prevenir los problemas del pie.

Determinando la causa de la ulceración y tomando las medidas apropiadas, es posible prevenir que se repitan.

El modo ideal de llevar a cabo la prevención y el tratamiento de los problemas en el pie diabético es:

  • Revisar con regularidad el pie diabético
  • Identificar el pie que está bajo riesgo
  • Educar a las personas con diabetes y a los profesionales sanitarios
  • Usar calzado adecuado
  • Tratar inmediatamente todos los problemas del pie

 

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